Saltar al contenido

Regular el sistema nervioso

La primera herramienta para regular el sistema nervioso es la respiración. 

Tú piensas cómo respiras y respiras como piensas.

Cambiar el ritmo de tu respiración impacta directamente el sistema nervioso. En general, la regla es la siguiente: para activar el sistema simpático (acelerarte) has de inhalar más de lo que exhalas. Para activar el parasimpático (relajarte) has de exhalar más de lo que inhalas: alargas la exhalación, a ser posible el doble que la inhalación.