Los tránsitos son los movimientos de los planetas- incluidos el Sol y la Luna- en el cielo. En cada momento los planetas se están moviendo, a distintas velocidades, transitando siempre por un signo del zodiaco, y a veces haciendo ángulos – aspectos- con otros planetas, que es como decir que dialogan entre ellos.
Los tránsitos del momento dan lo que en astrología llamamos la energía disponible. Personalmente creo que el concepto de energía disponible es lo más importante de la astrología y lo que más sirve para las personas que quieren usar la astrología como herramienta de crecimiento personal. La energía disponible es la energía que mueven los planetas en un determinado momento. Entender la energía disponible del momento te da la posibilidad de alinearte con ella y acelerar lo que sea que quieras manifestar ahora en tu vida.
Ahora, es importante entender esto.
Tu mapa natal contiene la promesa de un camino para tí, para esta encarnación. Marca el contrato que has elegido para esta vida, y el contrato incluye un cierto tipo de experiencias. Es importante entender que el mapa natal no indica exactamente qué experiencias en concreto, no quita tu libre albedrío dentro del marco. Lo que tu mapa natal revela es el marco de las experiencias que vas a tener. Por ejemplo tu mapa natal no revela si vas a tener una relación estable o no; lo que sí revela es cuánta dificultad vas a tener para manifestar una relación estable, y cuáles son los obstáculos con los cuales vas a tener que lidiar si quieres manifestarla.
Hemos venido a esta encarnación para convertirnos en aquello que somos, tal como lo marca nuestra carta natal.
El problema que tenemos ya al nacer, es que es imposible identificarse con la totalidad de la carta natal. Nos vamos identificando con los planetas de nuestra carta poco a poco. El primer planeta con el que nos identificamos es la luna, porque es el primero que encontramos, ya que la luna es nuestra madre.
Ahora, mientras seguimos creciendo, nos encontramos rapidamente con un tema: en lugar de evolucionar, permitiendo que nuestra identidad se abra a las distintas posibilidades de nuestra carta, nos identificamos en exceso con algunas partes de ella. Por ejemplo la luna y el nodo sur, que son muy cómodos y familiares Nos decimos «yo soy así» y a partir de ahi empezamos a defendernos de todo aquello que supone un peligro para esta identificación.
Aqui es donde aparecen los tránsitos.
Los tránsitos son actualizaciones de tu carta.
Cada tránsito, desde el más pequeño hasta el que te mueve el piso por completo – esto depende de como caiga en tu carta- es la propuesta del cosmos de alinearte con el camino trazado en tu carta y habitar las partes de tu carta que hasta ahora no has habitado. Para ello, se entiende que se ha de ampliar la propia conciencia porque uno necesita desidentificarse de los planetas cómodos (=ego).
Cada tránsito es una propuesta de actualización para reconfigurar tu carta y alinearte con aquello que tú has venido a ser en esta vida. Cada tránsito te alinea con tu plan del alma, y en este sentido no hay tránsito bueno o malo. El único problema con los tránsitos, es cuando lo que propone el tránsito, no se alinea con lo que quiere el ego, lo cual suele darse muy a menudo. Esto ocurre porque en lugar de aceptar el dinamismo que nos pide la energía planetaria en continuo movimiento, el psiquismo humano prefiero quedarse amarrado en el mismo lugar.
Entonces uno se niega a ubicarse en su Urano, en su Plutón, en su Saturno. O incluso en su Venus o en su Marte. El resultado es que los tránsitos nos tienen que forzar. Entonces por ejemplo viene Urano y te quita el trabajo, pero la realidad es que ese trabajo no te gustaba, y que en tu carta natal tú tienes la promesa de vivir Urano (cambios radicales) en tu zona de profesión. Entonces cuando Urano se activa y te toca en algún punto específico, te lleva sí o sí a vivir un cambio. Cambios en la profesión es lo que tienes pactado en tu contrato, y si no has dado ningún cambio hasta ese momento, el tránsito de Urano te lo trae.
Ahora, llegados a este punto, sobre lo que te va a traer, tú no tienes ningún control. Lo que sí puedes decidir es si vas a tomar o no el aprendizaje de ese tránsito: por ejemplo, tienes la opción de volver a buscar un trabajo exactamente igual que el primero, o de hacerlo diferente y buscar un trabajo que resuene contigo. En el segundo caso, te alineas mucho más con Urano, que también es el planeta de la autenticidad. En el segundo, irás tirando hasta que llegue otro tránsito.
Con cada tránsito recibimos lecciones sobre cómo expresamos ese planeta en nuestra vida y la lección se repite hasta que la hemos aprendido.
Desde aqui, se entiende que no tiene sentido la pregunta: «¿Este tránsito va a ser bueno o malo para mí?» y tampoco la pregunta: «Qué me va a traer ese tránsito?»
Nosotros somos cocreadores con el cosmo si nos sintonizamos con su energía que es la misma nuestra. En 3d, en el nivel de la separación, tú y yo somos separados, yo y el planeta somos separados. En este nivel el tránsito es algo ajeno a mí, viene de fuera, yo lo juzgo como bueno o malo. En 5d, el nivel de la conciencia unificada, no hay separación entre tú y yo, ni entre yo y el planeta. La interacción que tenemos tú y yo es el resultado de la vibración simultánea de nuestras cartas natales – nuestros campos energéticos vibrando juntos- y el tránsito soy yo, lo que me ocurre es la manifestación de mi misma energía, es mi carta que se manifiesta. Lo que ocurre es que cuando no soy consciente de ello, no consigo captar la resonancia entre lo que ocurre externamente – el tránsito, lo que sucede- y lo que ocurre internamente – mis emociones al respecto. Caigo en la trampa de creerme que las cosas me suceden por suerte o por desgracia.
Ojo que no estoy diciendo que uno es responsable al cien por cien de lo que le ocurre en la vida. Estoy diciendo que hay un marco, y las experiencias siempre han de ocurrir dentro de ese marco. Y ese marco se ha de vivir sí o sí porque está en tu contrato. Al universo no le importa qué haces con tu Urano; lo que le importa es que vivas Urano – tu Urano- cuando te toca.
Entonces el trabajo con la astrología para mí no tiene nada que ver con intentar predecir o usar la astrología como superstición. El trabajo es sintonizar lo interno con lo externo.
Cuando esto ocurre, tú estás en paz.